Oviedo. Octubre de 2014. 23 años de Gabinismo nos contemplan.
Gabino de Lorenzo se encuentra aparentemente apartado de la
vida municipal carbayona entre su retiro bien pagado de la Delegación de
Gobierno, y sus caballos en Benia de Onis. El delfín Caunedo navega en internet a golpe de tweet intentando construir una identidad propia y sacudirse el fantasma político de
su mentor.
Le recomendaban en “The
Wire” al recién elegido alcalde Carcetti, que construyese algo y le pusiese su nombre.
Gabino estaba sobrado de perres para Gabinonas. Caunedo a falta de ellas, busca soluciones
imaginativas a los pufos Magdaleno/Calatravescos de su antecesor, sin soltar el móvil
de la mano ni para buscar aparcamiento.
“Oviedo a 30”, cambios de nombre a los Tua, buzones electrónicos,
noches blancas, o imagina bulevares… todo vale para aparentar una actividad frenética
mientras la ciudad se encuentra paralizada.
No hace tanto, tan solo dos legislaturas, Gabino ganó las
elecciones con promesas de soterrar la ciudad.
Cual Chavez expropiando por las calles, Gabino en un par de
semanas de ocurrencias, soterró Toreno y la Avenida de Galicia, Hermanos Menendez
Pidal con salida al Calatrava, puso una losa sobre la Ronda Sur, y de paso otra
sobre la “Y” a la altura de Santullano. Y de regalo nos construyó un
aparcamiento más grande en la Escandalera.
La Nueva España hizo gráficos preciosísimos. Es lo único que
queda de tamaño derroche de imaginación y verborrea.
En la siguiente legislatura no nos prometió nada. Gano igual,
y nos dejo solos con Caunedo y el condenado Reinares.
Pero como olvidarnos de él, de cada
baldosa/papelera/fuente/rotonda/magnolio…
de cada pufo, de cada privatización, de sus ingentes muestras de
populismo.
“¡Viva Gabino! ¡Pasteles, bocatas y vino!” Cantaban los 4000
oviedistas desplazados a Valladolid para ver al Real Oviedo de Prosinescky,
mientras abrían las 4000 bolsas con el escudo de Oviedo y degustaban los bollos
preñaos, carbayones y vino español que contenían.
Cada inauguración un fiestón, si había que calar boina y
falar en asturiano el primero, si había que meterse en un spa nudista con Paz
Felgueroso, el único.
Y que más… pues mucho. Hay que reconocerlo. No quedó baldosa
por remover, farola que sustituir. Hípicos, campos de futbol, de golf, piscinas…
Solo los nuevos barrios como La Florida o la Corredoria, o la mal llamada Zona Rural
podrán echar en falta equipamientos.
Y es que uno se pone de espaldas al polideportivo de Vallobín, y enfrente contempla un parque de juegos para niños, arriba un centro social juvenil con biblioteca y sala de estudios, y abajo un centro social de jubilados al que acuden de todo Oviedo a bailar pachanga los sábados.
¿Equipamientos culturales? No hay manera de llenarnos. Como
hacer un auditorio era poco, se hizo otro más grande en el Calatrava. ¿Qué
quieres rock? El Pedro Bastarrica. Con sus ensayos, estudio de grabación y sala
de conciertos.
Así era Gabino. Al final de su etapa acuciado por la falta
de liquidez, tuvo que recortar las subvenciones a las asociaciones locales. Su
criterio fue bajárselas a todas un 20%. Pudo haber elegido criterios de idoneidad
o funcionalidad, pero el “Café para Todos” era marca de la casa.
Liberal con los amigos sí, pero populista a más no poder.
Todos de alguna u otra manera disfrutamos el despilfarro de
Gabino. El que no vio a la Pantoja, vio a Michael Jackson, y el que no, pues a
Deep Purple, U2, los Ramones, Siniestro
Total, o a Susana en el Bombé. Había para todos, noches Reggae, de Jazz,
Concursos de Rock...
La de dios. Y la ciudad tan guapa. Como no iba a arrasar en
las elecciones si hasta las escobas eran de oro.
20 años de gabinismo son 20 años de anécdotas. Lo
recordamos hasta con nostalgia. Aquel despilfarro fiestero coincidió para mi
generación con la adolescencia, y para
los oviedistas con los mejores años del Real Oviedo que pudimos vivir.
Pero queda muy lejos ya, y lo que hoy disfrutamos son sus
pufos, mientras vivimos en una de las
ciudades más caras de España.
¿Es culpa de los ovetenses? ¿Somos dóciles y conformistas
por definición?
Vemos a los madrileños luchando contra la privatización del
Canal Isabel II, y aquí el embalse de los Alfilorios es propiedad de Aqualia
desde que regamos las zonas ajardinadas en las noches de lluvia.
Mucho antes en una mala noche, nocturnidad Gabiniana
mediante, el insigne ingeniero de minas consiguió derribar para siempre un símbolo
de Oviedo: El Fontan.
La ciudadanía no tuvo oportunidad de luchar.
El mito de Clarín da la impresión de que esta ciudad duerme
la siesta y esta no dura menos de 24 horas, pero no es cierto.
No podemos olvidarnos de las movilizaciones masivas de la ciudadanía
cuando a Gabino se le ocurrió subir el IBI, y de paso nos propuso construir una
playa en el Parque de Invierno. La manifestación por la Calle Uría marco un
antes y un después. Nunca se vio movilización similar en Asturias en materia
municipal.
A Gabino no le quedo otra que refugiarse bajo las faldas de Aznar ante
la negativa de los Carbayones a pagar sus despropósitos.
Tampoco podemos olvidarnos del Tartiere gritando ¡Gabino
jodete!. De esa rebelión de miles de oviedistas
contra una imposición de la que ya se han escrito libros, y que ha asombrado al planeta entero, hasta el punto de que es el primer equipo en
tener una repercusión mundial a través de su ampliación de capital.
¿Es culpa de los ovetenses? ¿Somos dóciles y conformistas
por definición?
La historia de Clarín es universal y por ello su obra es
reconocida. Los ovetenses no tenemos que cargar eternamente con ese San Benito.
Y es que pocas ciudades en el mundo pueden tener un gentilicio
con una historia tan hermosa detrás. Carbayones llaman
y llamamos a esas gentes que se levantaron para defender un árbol que sentían
suyo. Su historia quedará para la eternidad.
Oviedo sabe despertar. Oviedo sabe luchar, sabe defenderse
tanto o mucho más que otros lugares no tan lejanos a las que se les presupone
todo lo contrario.
¿Dónde estaba la ciudadanía Gijonesa cuando la ampliación
del Musel destrozó su playa, cuando construyeron una regasificadora que es una
potencial bomba nuclear en sí misma, cuando construyeron un metro bajo sus pies
que no sirve ni como alcantarilla? Dormían la siesta.
¿Donde estaban los madrileños mientras saqueaban Caja Madrid, los catalanes mientras pagaban el 3%? Los valencianos al menos estaban en la Formula 1 o viendo al Papa, ¿Estaban los andaluces Ere que te erre durmiendo la siesta?.
¿Donde estaban los madrileños mientras saqueaban Caja Madrid, los catalanes mientras pagaban el 3%? Los valencianos al menos estaban en la Formula 1 o viendo al Papa, ¿Estaban los andaluces Ere que te erre durmiendo la siesta?.
Es tiempo para todos de sacudirse las herencias del pasado,
sin olvidar la esencia de nuestra historia. Tiempo para que la ciudadanía reclame
lo que dejo en manos de otros.
Octubre 2014.