miércoles, 14 de julio de 2010

Sí o sí

Ni de forma indefectible, ni de manera segura, ni cierto, ni indubitable, ni siquiera el clásico por cojones.

Desde hace tiempo vengo observando cómo utilizamos como imbéciles la expresión sí o sí. Y que nadie se ofenda, pero sí, como imbéciles, porque no sé desde qué estamento o reducto de opinión pública, ni sé desde cuándo, empezamos a recibir esta forma de referirnos a algo que debe ocurrir sí o sí, pero temo que un aciago día empiecen a fomentar que andemos por la calle con el dedo metido en el agujero del culo y con el devenir de los meses terminemos viendo como algo normal caminar autoenculados.

Lo malo de empezar a fijarse en esta locución es que luego la escuchas a todas horas.

viernes, 2 de julio de 2010

Su talante dialogante

Acaba de morir Félix Pons. No me parece un hecho alegre ni triste, aclarando que no deja de ser el fallecimiento de un ser humano y desde el punto de vista de la corrección moral imperante podemos considerar el asunto como penoso.

Este hombre era el moderador del gallinero parlamentario español. Los medios de comunicación publican o emiten las declaraciones evocadoras de la vida de Pons de las gallinas políticas que compartieron corral con este hombre, todas en tono de condolencia y marco de correcto compungido gesto.

Las gallinas, en general, destacan su capacidad moderadora, su dedicación a su profesión, su rectitud, su inteligencia y -en boca de la pita Llamazares- su talante dialogante.

Independientemente de que Pons haya sido bueno o malo, si una persona de un entorno muere, alguien debería tener los cojones de decir que fue feliz, que intentó ser feliz, que luchó por llevar la vida que le gustaba o que fue un auténtico hijo de puta, lo que sea pero algo que recuerde que fue humano, que tuvo sangre y estuvo por aquí, entre los vivos.

A ver quién, así en vida y en frío, quiere ser recordado por su talante dialogante. Es casi como grabar un epitafio que rece "VISTIÓ POLOS DE MANGA LARGA".