lunes, 16 de marzo de 2009

El juicio más breve

Soy el primero en confesar: lo he hecho.Tengo la vana pretensión de expiar mis culpas al respecto con este escrito aunqueen este caso mi razón aplasta a mi fe de la misma forma que un solo sonido vituperauna pretensión, un movimiento, en la forma del juicio más breve del mundo... y yo lo he hecho.

Se trata de una conducta asquerosa que adoptamos cuando alguien nos propone una ideao nos expone su postura y es ese chasquido, esa inclinación del gesto, esa mínima expresión de desagrado que emitimos casi de inmediato al rechazar el concepto que nos proponensin siquiera pararnos a razonar o ponernos en el lugar de quien emite, puede que yerto o tal vez emocionado,su parecer.

Sus onomatopeyas son de naturaleza ponzoñosa: "ag", "bof", "bah" o mi favorito el chasquido "ntchs".

A nosotros todo componente emocional o reconocimiento de esfuerzo realizado por la otra persona nos la suda: como no nos gusta lo que dice bufamos como un perro que acaba de probar el sabordel yodo en lo que me atrevo a llamar el juicio más breve del mundo.

Ojalá cada vez que hacemos ésto nos cagáramos involuntariamente o nos saliera un nuevo pezón.

1 comentario: