jueves, 15 de febrero de 2007

Ese vino que tiene Ismael...

...me cago en su madre, que lo beba él. Rezaba un tema de Blackout sobre el vino perrero que ponía un tal Ismael en su bar.
Hace unos días que estoy en Castilla La Mancha, tierra de Don Quijote, ciudades monumentales y cojonudos vinos. Como el vino es uno de los motores económicos de la región, aquí todiós puso el grito en el cielo a cuenta de la ley esta que quiere poner la ministra que vela por nuestra salud como nadie.
Para el que no se haya enterado, resulta que al parecer el vino no está en la misma categoría que las bebidas destiladas de alta graduación y quieren que así sea en cuanto a publicidad y demás, con el objetivo de proteger a nuestros jóvenes inberbes de las garras del alcohol con, como no, la férrea oposición de Marianico y sus secuaces que no desaprovecharon la oportunidad de hacer un propagandístico brindis con vino en Ciudad Real.
Por una parte me parece una soberana gilipollez por parte del ministerio porque la gente seguirá pillando unos colocazos del copón bendito, pero bueno, es una cuestión de salud pública, así que vamos a darla por buena. Ahora sí, la cantidad de barbaridades y gilipolleces que oí por la radio toledana no tiene desperdicio. Evidentemente los productores de vino, que por regla general son modestos campesinos que van descalzos y no tienen ni para comer (nótese el tono sarcástico) temen que esta ley sea una debacle en su negocio y que de repente se vean obligados a cerrar sus fábricas, por lo menos, si no acaba con una tercera guerra mundial, ya nos podemos dar con un canto en los dientes. Los argumentos que esgrimen para que el vino no sufra esta represión discriminatoria son básicamente los siguientes:

- El vino es un alimento. No te jode, claro, todas las madres destetan a sus hijos con vino. La mía tardó un poco más, hasta que empecé en la guardería, que me daba vino con galletas para desayunar.

- Los jóvenes no beben vino. Claro, ni vodka, ni ginebra, ni güisqui, ni orujo, ni ron, sólo beben cacharros, calimocho y de vez en cuando agua o algún refresco. El calimocho no lleva vino, en realidad es zumo de cangrejo del amazonas.

- El vino es muy saludable. Llegué a oir incluso que el quitar el vino de nuestra dieta puede ser perjudicial para la salud. ¡Joder! No bebo vino habitualmente, pero pese a ser fumador, sedentario, llevar una dieta lamentable y hacer poco ejercicio tengo buena salud. Voy a tener que empezar a beber vino todos los días para que mi salud sea de acero inoxidable y sea escudo protector de todo virus y bacteria que ose a acercarse a menos de dos metros de mí.

Total, chavales que según los doctos productores de vino podéis prácticamente vivir a base de morapio que vais a ser igual que supermán, y por supuesto si conducís, no os preocupéis, os metéis 5 botellas de vino entre pecho y espalda y si os para la Benemérita sólo tenéis que decir que lo único que chumasteis fue vino y os dejarán ir tan tranquilos.

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