jueves, 19 de octubre de 2006

El Tunelón

El Tunelón

Hace no mucho tiempo atrás, en los comienzos del siglo XXI, sobre la latitud 43.56, longitud 5.63 se asentaba la inmensa urbe de dimensiones epicas toponomizada con el nombre de Gijón.

Esta villa se halla morada por un singular cúmulo de gentes llanas que tenian como afición bautizar con grandonismos las colosales obras de las que sus lideres les proveían.

Así la Villona Gigia se hallaba dotada por doquier de obras como, La Escalerona, La Iglesiona, El Molinón, La Acerona, El Anzuelón, El Cagadero de Kin Kon, La Plantona, La Pecerona, Les Chapones, Los Pericones (etc.), que se asentaban sobre emplazamientos llamados a su vez Baldornón, El Pisón, la Argandona, la Teyerona, el Cervigón, en un etcétera tan largo que tardaríamos años en enumerar solo los ubicados entre los ríos Piles y Pilón.

El caso es que el noble arte del bautizo de cosas y lugares, se estaba perdiendo a consecuencia de la falta de estrenos de grandes obras, más el pueblo llano sabia que contaba con un líder exiliado para la mayor de sus desgracias en despachos del desierto madrileño.

Este hombre visionario, soñador, utópico, torrente de poder y sabiduría, se encontraba inmerso en un proceso obsesivo que rozaba la megalomanía, donde lo único que inundaba su mente, era la necesidad de entrar en la historia como el primer gran constructor del siglo XXI devolviendo la grandeza y el esplendor al pueblo playo, perdurando la tradición de los más prestigiosos maestros canteros que siglos atrás habían dotado a Gijón de tan magnas obras, y que el los finales del siglo XX estaba apagado por largas décadas de desgobierno protagonizado por corruptos y maleantes socialistos.

El líder tenía un plan.
El líder tenía millones en presupuestos euro-ejpañoles
El líder tenía un nombre.

Se llamaba Álvarez Cascos.
Francisco Álvarez Cascos.
Cascos.
Paco.

Su plan:
Hacer un metro.

Cascos estaba seguro de si mismo, de los pasos que debía dar para llevar a cabo el su genial plan maestre, y orgulloso de la gran idea que desde tiempo atrás rondaba su desproporcionado cráneo.

Ni más ni menos que dotar a Gijón de un metro para salvar las inmensas distancias que separaban a unos millones de Gigios de los otros, de acercar tan magnánima villa al resto de la humanidad, concediendo a la urbe un medio de transporte acorde a sus épicas dimensiones, y permitiéndole codearse con ese selecto círculo de excelsas ciudades españolas que cuentan con suburbano.

Cascos se veía a si mismo montado a lomos de un asturcón con suave trote sobre el pavimento de las principales calles de la antigua Cimavilla cual Cesar victorioso en la esplendorosa Roma, entre vítores del populacho, pétalos de rosa, el sonido glorioso de las trompetas, la admiración de sus amados y la rendición de sus odiados.

Nada podía fallar en la consecución del designio casquista.

Su idea de metropolitano caminaba inexorablemente ligada al soterramiento de las vías ferroviarias gijonesas, que por culpa de los ineptos regidores que gobernaban su amada tierra desde el año 78, dividía tan inmensa urbe en dos.

Paco Cascos dio su palabra al pueblo playo para soterrar esas vías férreas y acabar así con la secular división de sus gigios habitantes y nada le iba a impedir cumplir tan antigua promesa electoral. Para ello necesitaba 8.000 millones de pesetas que esperaba obtener recalificando los terrenos liberados, y por lo tanto requería del convencimiento de Pacita Felgueroso, alcaldesa y rival perteneciente a esas hordas de corruptos socialistos.

Pero Paco tenía un plan.

Se lanzo al ruedo en Noviembre de 2001 e hizo público su deseado proyecto, la gran obra que marcaría su nombre a fuego en el corazón de los playos, y le sumiría en la leyenda de los grandes hombres obradores.

Con brillo en sus ojos pocas veces visto, Paquito anunció con tremendo orgullo la inversión de 24.000 millones de pesetas para que los raíles del progreso se instalaran en Gijón con él como principal conductor de la locomotora.

Las reacciones a tan ingente proyecto, se sucedieron como una ola surcando toda Asturias ante semejante (des)propósito y desde ese preciso momento se declaro inaugurado el habitual duelo partidista entre los políticos locales asturianos.

En primer lugar la alcaldesa Paz Felgueroso principal receptora del órdago, procuro salvaguardar su imagen y mostrarse escéptica y cauta, pero como su bienintencionado y democrático interés le obligaba declaro sentirse inicialmente dispuesta a colaborar con Álvarez Cascos, no sin añadir que: “la eliminación de la barrera ferroviaria de la ciudad es mucho más importante que el metrotrén y es un compromiso electoral del PP».

Paz dejo el plato fuerte de las críticas del ayuntamiento socialista para su brazo derecho y ejecutor. El vicealcalde de Gijón, Pedro Sanjurjo, que aseguró:

«Es un timo, un engaño para la ciudad y una burla a los gijoneses. El PP tiene que hacer una reflexión y rectificar antes de que sea tarde» y añadió « Nadie necesita ni demanda, hacer un gran túnel hasta El Molinón».

No contento con esto, Pedro Sanjurjo recordó que “en uno de los varios estudios de movilidad realizados por el Ayuntamiento de Gijón en relación con el uso del ferrocarril, señalaba que el 80% de los usuarios que cogen el tren en la estación del Humedal llegan a este punto a pie. Hacer un metrotrén para ahorrar un paseo de diez minutos no se justifica»” y no contento recalcó “ni siquiera llega al Campus o al Hospital de Cabueñes”,

Juan Ramón García Secades (PSOE) El consejero de Infraestructuras del Principado, calificó de «truco infantil, pero para niños muy pequeños» y «ocurrencia» la propuesta del Ministro playo sobre el metrotrén de Gijón.

El otro gran rival de Álvarez Cascos, el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, lo calificó de irracional y especulativo. Así… sin más.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón autoproclamada representante de la sociedad civil gijonesa, y con conocidos vínculos con Pacita Felgueroso aseguró: “Entre las prioridades vecinales no está un ascensor que nos lleve a las entrañas de la ciudad, alguien se equivocó pensando que iba a engañar a los gijoneses ofreciendo un metro que nadie necesita ».
Sus acólitos del PP playo encabezados por Isidro Oblanca y Alicia Fernández Armayor salieron rapidamente a alabar a su líder PacoCascos, llamaron «patanes y cegatos» a los socialistas y apelaron al ansia de capitalidad del pueblo gijonés asegurando que «Gijón va tener un trato preferencial para beneficiarse de un plan que sólo es para capitales de provincia».
Montes Estrada, concejal de IU en Gijón, echaba de menos oír más voces, como es natural en un grupo de izquierdas, y natural en quien pinta poco más que nada en la política municipal asegurando: «que un proyecto de esta envergadura se discuta entre dos cuando debería concertar el acuerdo de todas las fuerzas políticas y sociales, incluso los sindicatos, a través, por ejemplo, de la Agencia de Desarrollo Local».
Durante los días siguientes prosiguieron los cruces de acusaciones a través de los distintos medios de comunicación astur-playos.

Pacita puso a los técnicos de urbanismo del ayuntamiento a trabajar para intentar contrarrestar la iniciativa de su rival político, asegurando estos técnicos tan sumamente independientes, que la idea de Cascos para conseguir 8.000 millones liberando 30.000 metros cuadrados, obligaba a hacer una muralla china de edificios con 1000 pisos, o rascacielos inmensos.

Eso le gusto a algún fervoroso playo que no tardo en entrar retador en un bazar gritándole al dependiente que “El Murallón de Gijón” iba a dejar pálidos a los amarillos.

Cascos mientras contraatacaba: «las mismas condiciones sobre el metrotrén se negocian con 26 municipios de toda España y sólo en Gijón no me entienden». Contestaba Paco, añadiendo acaladorado que: «en Chamartín no ponemos una peseta y aquí, en cambio, ponemos más de 20.000 millones y parece que son todo problemas».

«En Cádiz ponéis 16.000 millones» replicaba Pacita.
«En Oviedo pusieron solos 13.000 millones» replicaba Oblanca (PP Gijón).


Y así entre acusaciones publicas, dimes y diretes políticos paso un mes y nadie se mostraba en absoluto dispuesto a mover ni un solo ápice las posiciones de sus posaderas asentadas cómodamente sobre publicas poltronas.

Pero Cascos como ya os habíamos dicho, tenía un plan, estaba seguro de si mismo, y sabía las teclas que debía apretar para que la armonía musical de las tuneladoras perforara un hueco imborrable en la historia gijonesa.

Cuenta la leyenda que trasdias de frustración y enroque el prominente cazo de Paco Cascos se balanceo a cámara lenta de izquierda a derecha con la fuerza de dos asturcones, produciendo el vacío, mientras su brazo se alzaba por encima de las cabezas de los allí presentes robando la luz.

Entonces sintieron un enorme terremoto sacudiendo la habitación al estampar Cascos su mano curtida en la pesca del salmón contra la mesa de madera de haya somedana, mientras una voz gutural desde lo más profundo del ser de Álvarez Cascos pronunciaba...

¡Será por Perres hoooooo ¡


¡Pon 11.000 millones de pesetas a sumar a los anteriores 25.000 Mecagon la Virgen de Cimavilla y súmale 90.000metros cuadrados frente a los 30.000 anteriores coño ya!

Cascos había movido ficha, la jugada era un jaque a la reina Felguerosa, con amenaza cerniente sobre el Rey Areces

Los representantes del Principado y del Ayuntamiento de Gijón quedaron boquiabiertos, atónitos, estupefactos, incapaces de mover un solo músculo.
No se lo podían creer, sin negociación, simplemente 11.000 millones más encima de la mesa y miles de metros más de terrenos recalificables. Un montante total de 31.000 millones de pesetas y 120.000 metros cuadrados a recalificar.

Nada ni nadie podía sacar a esas alturas a Cascos de la vorágine megalomaniaca en la que se encontraba absorto. Estaba dispuesto a llegar donde fuese necesario para conseguir su propósito y las arcas del Estado estaban a su total disposición.

Cascos sabía a ciencia cierta que se granjearía el apoyo de la oposición del PSOE local y regional, con esa oferta de suculentas recalificaciones de terreno que ni en el peor de los casos podrían rechazar.

Dinero a espuertas, dinero A, dinero B, dinero llenando a raudales las cajas de caudales de los más importantes lobbys gijoneses ajenos, afines o a finos, disputándose cada centímetro de nalga lamible con el objeto de obtener las licencias de construcción de tan codiciados terrenos.

La especulación llamando a las puertas de todos, dinero suficiente para contentar a todas las redes clientelares que las diversas familias políticas habían creado en las ultimas décadas. Peculio para contentar a los más variopintos constructores, y por supuesto parné suficiente para que Pacita Felgueroso, Oblanca, y Montes se fueron a tomar sidras a la salud de Álvarez Cascos.

Así era nuestro Cascos, con su ¡Será por perres ho! siempre esperado y bien recibido, el dinero publico parecía caer del cielo.
Por que al fin y al cabo, estimados amigos, que son los “treintayunmilmillonesdepesetasdenada”, por tener la oportunidad de atrevesar Gijón de lado a lado en un metro…

A Cascos con esa insignificante cantidad no le daba ni para unas buenas vacaciones y evidentemente a ninguno de nosotros tampoco.

Y así fue como ocurrió el milagro de convertir lo que antes era “un innecesario timo, un engaño para la ciudad y una burla a los gijoneses”, en una magnifica idea auspiciada por políticos de todos los bandos, por obra y arte de una aun más magnifica recalificación.

A pesar de que todo asemejaba ir viento en popa para el proyecto de Cascos, había algo que no estaba saliendo acorde al gusto de nuestro afanado líder gijones.
Algo poco corriente entre el pueblo playo sucedía.

En principio Paco Cascos pensaba que se trataba de algo pasajero, algo suscitado por la ligazón de los principales medios de comunicación playos a los sociatas de Areces, y a las trifulcas iniciales, pero la situación se estaba prolongando más allá de lo previsto en su plan.

Y lo que sucedía, es que la sociedad gijonesa lejos de aunarse al sueño Casquiano manifestándose por las calles llena de alegría, gozo y satisfacción, agradeciéndole a Cascos y compañía tan faraónica obra acorde a la idiosincrasia gijonesa, sintiendo el orgullo de una nueva misión que los encumbraría como la más grande civilización bañada por el noble cantábrico, y los distanciaría aun más de la insignificante, odiada y anciana Vetusta, recibió la propuesta del ministro Paco con indiferencia en el mejor de los casos, y con feroz oposición en el peor de ellos.

La semilla de tan ingente tarea arquitectónica, no prosperaba en el corazón de los gijoneses, sucediendo que asociaciones de vecinos, entidades sociales y esos pequeños e insignificantes partidos políticos que solo sirven para manchar más papeletas electorales, se comportaron a ojos de Cascos y los demás políticos locales secundantes, más como malignos carbayones infiltrados tratando de impedir el desarrollo urbanístico de Gijón, que como gijoneses de bien.

Cascos era incapaz de entender que era lo que estaba sucediendo, ya que se había granjeado el apoyo de PSOE y PP, de los medios de comunicación, y por que no decirlo, creía contar incluso con el beneplácito de sus dioses.

Todo lo que le decía el pueblo le sonaba banal e insignificante, pero tanto los habitantes de Gigia como los asturianos en general tenían muchos argumentos y reparos en su contra, que se intentaron acallar sin conseguirlo.

El populacho clamaba retahílas vacías, lo que él consideraba insignificantes letanías del como:

· Que si Gijón se asienta sobre un lodazal, y se corren riesgos de corrimientos de tierras y de que se venga los edificios abajo como en “El Carmelo de Barcelona”…
· Que si con 31.000 millones pagas 111 autobuses con sus empleados durante 10 años, con una frecuencia de paso de menos de cinco minutos…
· Que si “El Humedal” se llama así, es por que existe un acuífero debajo…
· Que si La Arena se llama así por algo también…
· Que si el diseño esta mal hecho, las paradas son escasas y va ser inutil…
· Que si esto solo va servir para que se forren los de siempre…
· Que si Gijón solo tiene 272.000 habitantes y por lo tanto la obra es innecesaria…
· Que si ciudades más grandes no tienen metro
· Que si la obra es muy cara, y mejor invertíamos los 31.000 millones en empleo, educación y salud…
· Que si mejor reducimos tráficos, que ye muy guapo eso de ir solo uno en un coche, y por eso se colapsan las ciudades…
· Que si la Ronda de la urbe esta siempre vacia…
· Que si mejor recuperamos el Tranvía prometido por Areces, que es más ecológico, turístico y hermoso…
· Que si es mejor transportes alternativos como la bicicleta que ye muy sano y no contamina…


Cascos no estaba dispuesto a aguantar que las quejas de estos vecinos ignorantes supusiesen un problema para el desarrollo de su faraónica obra y encargo a su nueva aliada Paz Felgueroso la labor de acallar toda voz discordante.

La alcaldesa Pacita invitó al ayuntamiento a las asociaciones vecinales controladas por gente afín a su partido, que salieron como no podía ser de otra manera gratamente satisfechas por las explicaciones recibidas, las bondades del proyecto, apresurándose el consistorio playo mediante hermosas fotos llenas de sonrisas a vender a la opinión pública un consenso que realmente no existía, pero que consiguió el objetivo previsto desarticular cualquier movimiento opositor a la nueva obra.

Solo el partido minoritario Izquierda Asturiana prosiguió con una dura oposición al proyecto, denunciando la falta de transparencia, los despropósitos, y todo lo que estimaron conveniente, mientras intentaban sortear los extraños obstáculos que desde estamentos públicos y medios de comunicación parecían ponerles para expresarse.

Llegados a ese punto la majestuosa obra había dado un paso más para llevarse a cabo con la total de las garantías de éxito, pero el insigne líder playo Francisco Álvarez Cascos no quería dar ningún paso en falso, y se percató de que aun le faltaba un ultimo eslabón para completar la cadena de apoyos políticos a su gran obra.

Necesitaba también el apoyo de otro de sus grandes rivales políticos Gabino de Lorenzo.

Gabino y Cascos a pesar de militar en el mismo partido rivalizaban en megalomanías, en obras faraónicas, y en el interés por controlar el PP asturiano y consagrarse como principales lideres del mismo.

Sus desencuentros eran por todos conocidos y en el momento más importante del Partido Popular asturiano, no dudaron en enfrentarse a tumba abierta por el control del mismo, acabando la trifulca con la escisión del PP, el nacimiento de la Uras del gijonés Sergio Marques y la perdida de la única legislatura en la que el PP gozo del gobierno de las Asturias del norte.

Cascos era sabedor de que Gabino permanecía expectante a todo lo que estaba sucediendo y no iba a permitir que Gijón se llevase 31.000 millones del gobierno central, sin recibir nada a cambio, y Paco bajo ninguna circunstancia quería verse envuelto en otra revuelta Gaviniense similar a la anterior batalla perdida.

Supo que debía dotar a este plan de una visión asturiana para que Gabino salvase la cara ante sus electores, así que se las ingenió para desarrollar una operación de marketing en la que el “Metro de Gijón” paso a ser parte del desarrollo de infraestructuras del área central Asturiana, incluyendo el billete único combinado con otros transportes, trenes cada diez minutos a todas partes de Asturias y otra serie de promesas menores....

Así que tras pertinentes negociaciones Cascos logro que Gabino posara en la foto con él a cambio de realizar una estación en Llamaquique, otra en la Corredoria, una tercera en la Manjoya, y por que no decirlo, de unos cuantos avisos sigilosos y amenazantes al alcalde carbayón desde la madrileña Calle de Génova.

Gabino sabiendo que el 80% del presupuesto del proyecto global se lo llevaría Gijón y que era un agravio comparativo en relación al soterramiento de vías que el mismo había llevado a cabo en Oviedo escasos años atrás, resulto mucho más fácil de comprar de lo que presumía, de lo que nos contaron, o de lo que en realidad sabemos, ya que solo la estación de Llamaquique exigía un gasto reseñable.

Ya nada salvo la ciudadanía gijonesa se oponía a Cascos.
Su sueño estaba más cerca y estaba convencido de que más pronto que tarde la historia le haría justicia.

Paso el tiempo, las elecciones estaban ya a la vuelta de la esquina y las prisas se empezaron a notar en los avances de un proyecto que debía cobrar forma lo antes posible, y en el que todos los implicados al margen de la aprobación del plan pretendían sacar rendimiento político de la obra, por lo que reinaba gran confusión.

Como si de una carrera de Formula 1 se tratara, con Cascos en el papel de Flavio Briatore, dudaba en el Box de Nuevos Ministerios entre si era mejor una estrategia a dos o a tres paradas.
En principio el plan solo incluía la ruta El Humedal-Molinón pero Cascos con su desaforado gasto había desatado el siempre presente vicio de pedir en el consistorio playo.

Y se sucedían los titulares en la Prensa:
16/02/2002
El PP se desmarca de la petición para que Fomento lleve el metrotrén hasta el campus.El PSOE e IU apoyan que el Ministerio haga la obra en fases sucesivas.

Tan solo cuatro días más tarde el PP Gijonés cambiaba radicalmente de postura y pretendía crear una línea férrea que conectara el Metrotrén con Ribadesella.

Pacita que estaba graciosa ese día aseguro «Primero tendré que saber si es una propuesta en serio o en broma, porque si es en broma, podríamos decir que mejor llegue hasta París» y subrayó que el trazado « también podría prolongarse aún más hasta enlazar con el Orient Express»,

Otros exigían que el metrotrén llegara hasta el Hospital de Cabueñes, y La Laboral.

El alcalde de Castrillón al hilo del plan general asturiano, propuso que llegara al aeropuerto, y algún otro avispado, propuso que directamente el metrotrén se prolongase por lo menos hasta Villaviciosa para ir a tomar sidras los domingos sin que la Guardia Civil te hiciese soplar, pero ahí Cascos se puso serio, frunció mentón, ordenó, mandó y ante el terror del cazo prominente del líder playo, esas voces optaron por acallarse.

La cosa parecía de cachondeo hasta que dos meses más tarde Cascos volvió a la escena pública sorprendiendo a todos tirando una vez más de billetera y decidió ir a por las tres paradas, con una en Begoña, otra en La Arena y la tercera y más importante en la Universidad de Viesques.

Nuevamente los políticos gigios no daban crédito a la actitud de Cascos.

Álvarez Cascos piso tierra Gijónesa el 10 de junio de 2003, su mandíbula batiente se alzaba orgullosa, seguida de cerca por periodistas afines, todo tipo de fauna popular con trajes y jerséis Lacoste al cuello, empresarios y constructores de alcurnia, personas ansiosas de aparentar cierto estatus, y por supuesto de todos los políticos locales y regionales dispuestos a meter el codo donde fuera necesario por salir en la foto junto a el. El Hombre, el líder.

Todos menos Tinín Areces, que sorprendentemente se hallaba desaparecido.

Así pues Cascos acompañado por Paz Felgueroso a su diestra cortó la cinta y así quedo oficialmente inaugurada la obra del Metrotrén entre aplausos de los presentes y por supuesto los políticos se fueron a pegarse otra vez por comer pinchinos de ibéricos y tortiella, ya que la dieta iba incluida en los bolsillos de los mismos e invitando el Ministerio de Fomento todos sabemos que los políticos al igual que cualquier buen y respetable humano no se va a poner a medir kilocalorías y todo es colesterol del bueno.

Paso mucho tiempo hasta que proveniente de Alemania, apareció una tuneladora llamada Noega y afuracó un poquitin, y no hizo falta mucho más, para que los habituales ideólogos playos con “El Comercio” a la cabeza, bautizaran el furaco con una longitud de 3.538 metros como el Tunelón.


A pesar de estar ya inaugurada la obra, y tener a la alemanona Noega allí horadando los primeros metros de túnel, no acaba de estar muy claro ni hacia donde excavaba, ni que se iba a encontrar en su camino, ni por donde iba a ver la luz.

Pasaron unos días más, cuando sin dar muchas explicaciones se modificó totalmente el trazado. Para entonces ya nada importaba, todos los estamentos gijoneses habían dado su beneplácito para la barra libre de despropósitos.

Meses más tarde en un gris trece de noviembre de 2002, algo perturbo la tranquilidad de nuestro ínclito Álvarez Cascos. En la vecina “Costa de la Muerte” un petrolero llamado Prestige corría riesgo de hundimiento.

Cascos se encontraba cazando cuando recibió una llamada informándole del asunto, molesto por la interrupción, lo mando al quinto pino y seis días más tarde se hundió soltando miles de toneladas de galipote que muchos pretendían que se comieran entre Cascos, Fraga y Ánsar.

Cascos entró en la historia por la puerta grande al asfaltar, en solo una semana, todas las playas desde Bayona a Irún de la forma más inesperada para el. Pero la gente lejos de amarle como se merecía por tamaña gesta al alcance de tan pocos, se enfadó mucho con él nadie entiende aún a saber por que exactamente.

Así que al líder playo no le quedo más remedio que sacarse de la manga otro de sus inventos de marketing al que llamo “Plan Galicia” para intentar apaciguar a la descontenta plebe y que incluía nuevamente ingentes cantidades de dinero para comprar voluntades y realizar las grandes obras que a Cascos se le ocurrian.

Así que se levanto un martes urgido por la necesidad de darle sentido a ese “Plan Galicia” y decidió hacer otra de sus superobras, llevando directamente el Ave de Vigo a Bilbao. Por que en un ejemplo de extraña parafília, parece ser que nada le excitaba más a Cascos que cementarlo todo y jugar con trenecitos como en su más tierna infancia, según nos confesaron fuentes cercanas a su sexóloga.

Lo pensó por la tarde, llamo a Áznar por la noche, lo anunció el miércoles y el jueves por la mañana llamó a Gijón, y directamente le dijo al ingeniero jefe del Metrotrén, que hicieran los furacos más grandes que por el mismo túnel de Gijón debía pasar también el Ave rumbo a Bilbao, y quien sabe, si con una parada.

De rebote el desastre le iba a ayudar a conseguir consagrarse como Fact totum indiscutible de playolandia llevándoles la ultra velocidad del Ave hasta el mismísimo pedrero de la playona.

Nuevamente una ola de estupefacción recorrió Gijón.

Entre tanta improvisación, se revisaron nuevos trazados, se propusieron otros y llego un punto en que el proyecto incluía una parada de la zona de la Arena que sorprendentemente se escoró un poco justo hacia donde comienza una hermosa zona de hoteles y viviendas de esas que están por las nubes a la entrada de El Bibio, dejando atrás la playona.
Igualmente la parada de la universidad, se quedó un poco corta, a unos 100 metros del primer edificio de Peritos, cuya reconstrucción acababa de finaliza tras su hundimiento y a casi un kilómetro del último edificio de ese longitudinal, absurdo arquitectónico y despilfarro innecesario llamado la Universidad de Viesques”.

Curiosamente la situación de la parada estaba lo más alejada posible de los edificios principales que albergan al mayor numero de estudiantes de Marina, Informática o Ingenieras que allí se forman para su posterior emigración Pajares abajo, a su vez estaba coincidiendo “casualmente” cerca de la principal zona de expansión gijonesa de chalets adosados y unifamiliares donde viven entre otras familias acaudaladas más de un famoso político gigio.

Por lo tanto en ese proyecto presentado la parada de la universidad quedaba a casi tres kilómetros del principal o único monumento gijonés con forma de edificio, que tiene por nombre la Universidad Laboral, y que tiene el honor de ser tras de El Escorial la obra fascista más grande jamás realizada por el Régimen fascista, en honor de los valores que encarnaba nuestro Caudillo de la piel de toro Francisco Franco, hijo honorífico de la villa de Gijón, como no podía ser de otra manera.

Ha dicho monumento fascista acuden actualmente estudiantes de Eso, Formación Profesional, estudiantes de las marginadas escuelas universitarias de Trabajo Social y Turismo, trabajadores de la Radio Televisión del Principado de Asturias (Tele Tini para los amigos), del futuro hotel y en definitiva de todas las ocurrencias que a las traslucidas mentes de los ineptos políticos miembros de los Gobiernos de Tinín y Felguerosina se les había ocurrido y se les ocurrirán para acabar de rellenar el edificio y darle algún sentido (hacer una discoteca no acabo de cuajar).

Si os preguntáis en un momento dado, por que un edificio llamado la Universidad Laboral, concebido con cientos de aulas, habitaciones para alojamiento de estudiantes, instalaciones deportivas como campos de fútbol y piscinas e incluso Convento e Iglesia para curar el espíritu de los fervorosos estudiantes estaba vacío, mientras levantaban a tanto dos kilómetros el Campus para universitarios de Viesques, con ingentes costes, y absurda edificación, fue ni más ni menos por que en su momento, poner la Universidad en la Universidad, a Areces y muchos de los mismos políticos que aun hoy siguen en órganos de gobierno astur-playos les pareció una soberana giliplayez.

Y por lo tanto, al quedar esa tercera parada de aquel súper proyecto a casi 3 Km. de La Laboral, quedaba a 4km del Hospital de Cabueñes, al que suponemos también gusta y disgusta de acudir a trabajadores, y usuarios cuantiosos, que seguramente ateniéndonos a la capacidad de sacrificio del pueblo playo, no tendrían ningún inconveniente en caminar cuatro kilómetros de nada enfermitos ellos en los apacibles días de invierno asturianos…

Total que con aquel proyecto sobre la mesa, los estudiantes tendrían que correr para llegar a tiempo a clase entre charcos y barro, menos los que tienen algún tipo de deficiencia motriz que directamente se olvidarían del tren, al igual que los que vivieran cerca de la segunda parada que llegarían antes en bicicleta y los que pretendieran ir al Hospital o la Laboral, que llegarían antes a la parada del bus, así como básicamente todos los que no vivieran a dos manzanas de alguna de las paradas del metrotrén.

A los que estudien o trabajen en la Laboral, no les seria útil el metro, y a los que vayan al Hospital pues básicamente tampoco, eso si con la ventaja indiscutible de que ya puestos a la intentar reducir su uso al máximo para que el tren no se desgaste, directamente entre Junio y Septiembre, fechas en las que no hay clases universitarias podrían cerrar la tercera parada sin ningún problema.

El proyecto metrotrén de Cascos tenia sobre el papel aparentemente muy poca utilidad.

Pero sucedió que en el transcurso de estos largos periodos de tiempo, sucedieron acontecimientos diversos.

Prestige, Guerras de Irak y ocho años de Aznarismo retrogrado y malencarado salpicado de todo tipo de conflictos, sirvieron de comparsa en los meses previos a tan funesto Marzo.

Llegaron las elecciones del 14M, y Álvarez Cascos, Trillos, Zaplanas o Acebes, abandonaron el gobierno en medio de la convulsión de toda una la sociedad, llegando a Moncloa entre el humo aun reciente de archivos quemados, la orden de los Talantosos Zapaterienses.

Según estos últimos al ocupar sus despachos y sillones se encontraron con las arcas totalmente vacías, y con los proyectos del PP prometidos en los años anteriores adjudicados a costa de los presupuestos de la legislatura que daba comienzo...

Esto era un grave revés para los intereses Zapateriles ya que esos presupuestos los necesitaban para realizar los cientos de promesas y ocurrencias que proclamaron en campaña creyéndose más bien poco que tuvieran alguna posibilidad real de gobernar.

El recién engendrado gobierno paritario con posado de Vogue incluido, nombró a Magdalena Álvarez nueva ministra de fomento, y se encontró solo en Asturias con las ultimas obras de Francisco Álvarez Cascos antes de que se dedicara a la pintura…

Entre las megalomanías casquienses se incluía este improvisado, absurdo, y extremadamente caro metropolitano para la urbe Gigia carente de fondos, así como un no menos un absurdo y faraónico Muselón, la regasificadora del Muselón, la autopista al Muselón, los enlaces de la autopista Gijón Mieres, el proyecto Zalia de Gijón, y por otras partes con Ga-vino pidiendo la Ronda Norte y el enlace de Latores, el alcalde de Navia pidiendo la ampliación de su puerto también, el tramo Unquera Llanes pendiente desde cuanta ya, la autopista del cantábrico sin hacer camino de Galicia, la autopista del sella, la autopista de La Espina y un largo etc. de cementos a los que llaman infraestructuras.

Y todo eso mientras Europa amenazaba con sacarnos de la lista de regiones pobres dignas de su caridad, y por ende con un recorte de sus generosos fondos…

Además, estaba la promesa echa por Zapatero en el pabellón de deportes gijonés, según la cual los asturianos dejaríamos de rascarnos los bolsillos por acceder a la meseta castellana en autopista, liberando el peaje del Huerna de los 25 años que el ejecutivo del PP asturiano impuso tan solo siete días mas tarde de ganar sus ultimas elecciones…
(Por supuesto al PP se le olvido mencionar eso en su programa político…)

Ante tanto asunto pendiente, y tan poco fondos la primera decisión de la ministra fue parar la obra del metrotrén.

Y Noega la alemana que abría furacos se paró.

Y así pasaban lo días en el metrotrén…

Los obreros echaban pitos bajo tierra, sacándole de vez en cuando brillo a la tuneladora, y de vez en cuando se daban una vuelta a ver si les seguían ingresando el dinero de las generosas arcas públicas…

Pacita Felgueroso, Tinín y demás socialistas, trataban de escurrir el bulto silbando canciones de Serrat, diciendo que todo esta bien y en orden, que ligeros problemillas técnicos estaban dificultándolas actividades de la tuneladora, pero que realmente todos debíamos de estar tranquilos… La obra se iba a realizar, los plazos se iban a cumplir, todo iba como la seda…

Pero el tiempo se extendía demasiado y las huestes populares del permanentemente fracasado líder lavianes Ovidio Sánchez, saltaban a la palestra llenándose la boca de lo bueno que era Paquito Cascos, lo mucho que había echo por la villa playa y lo mucho que la traidora España había perdido aquel 14M, por culpa de otro metro según ellos, y por culpa del recuento de votos según la comisión electoral…

El caso es que el repertorio de Serrat se acababa, la internacional socialista estaba mal vista, y de las llamadas a los despachos de Ferraz aparentemente no salían más que extrañas largas que no hacían más que aumentar la desconfianza en el supermegalomaniaco proyecto casquista…

Cuando de repente dos años más tarde del inicio de las obras, apareció Magdalenina escoltada por Areces y Pacitina anunciando no solo la reanudación de las obras si no esto…

Nuevo proyecto de Cercanías en Gijón que asi se duplica la longitud del trazado inicialmente previsto
Nuevo túnel y supresión de la barrera ferroviaria
Dos nuevas estaciones: en el Campus Universitario y en el Hospital
Nueva conexión urbana e interurbana en Gijón con más terrenos liberados para la villa
Nueva ubicación de la Estación de Begoña

Sobrada llego la ministra a Gijón, cambiando el trazado del metrotrén llevándolo hasta el mismísimo hospital de Cabueñes, ampliando estaciones y sustituyendo unas estaciones por otras…

Más grande, Más caro, Más Tunelón…

La efigie de Cascos palidecía ante el nuevo proyecto… incluso sus ideas más descabelladas eran ampliadas, pero su estela de magnánimo mecenas de la urbe playa se desvanecía ante el órdago de la triada socialista. Su presencia se diluía entre las orillas del Piles y el Pilón.

Pacita mientras bailaba a ritmo de cha cha cha, Areces peraltaba sobre su eje en un prodigio de movimientos, y Magdalenina retornaba en coche oficial sin pagar el Huerna a la velocidad del trueno, tan endietada que parecía que le habían echo un lifting de los tobillos hasta las cejas…

Afortunadamente a pesar del aumento desorbitado del gasto, es justo reconocer que aparentemente acertaron a subsanar el absurdo de las iniciales propuestas, llevando el metrotrén hasta Cabueñes y a falta de que su puesta en uso nos permita conocer el volumen real de pasajeros, el nuevo tunelón tendrá alguna utilidad para aquellos que no viven en zonas de chales, o viviendas caras.

Un nueva era se iniciaba para el Tunelón de Yai-Yón.

Así que se apagaron los trujas bajo tierra y se recomenzó a afuracar las entrañas de los barrios de la Arena y el Bibio aflorando los primeros lodos al exterior

La tuneladora tropezó ayer con otra bolsa de agua. Y, como consecuencia, salieron a la superficie borbotones de barro. Los lodos ocuparon uno de los carriles de la carretera de Villaviciosa, a su paso por El Bibio, y los vecinos de la zona no tardaron en dar la voz de alarma. Sin embargo, desde el Ministerio de Fomento se afrontó el incidente como «algo normal».

Narraba el Comercio quitándole importancia al asunto, no fuera ser que los lodos y el fantasma de un nuevo Carmelo salpicasen a Pacita y los insignes lideres socialistas playos, tan cercanos a la línea editorial del diario…

¡Que no paren las maquinas! grito Pacita.
¡Que fluyan los pinchos de Tortiella! Grito Areces.

Todo iba bien. No había nada de lo que preocuparse.
Días más tarde…

Una inundación obliga a modificar las obras para extraer la tuneladora del metrotrén
Las aguas subterráneas vuelven a ser el punto de la discordia de una obra relacionada con el metrotrén. El complicado subsuelo de Gijón se ha manifestado en esta ocasión en el pozo que se está construyendo para extraer la tuneladora. Un afloramiento, que ha obligado a modificar por completo el plan de trabajo en el solar donde el Grupo Masaveu proyecta construir en el futuro un hotel de cinco estrellas vinculado al plan de vías.

Que perverso el subsuelo Gigio… cuantas molestias causaba a la pobre Pacita.
Pero lo peor de todo ¡La panoyona de los Masaveu podría estar en peligro!

-¡Nada, Nada, que no paren las maquinas! Grito Pacita.
-¡Que fluyan los frisuelos rellenos de Picadillo! Grito Areces.
¡Más Morciella pa la peña de Noreña! Grite yo para no ser menos.

En este punto Areces parecía enajenado al colapsarse su cerebro por un tuco de colesterol del tamaño de un ojo de muil, según relataron de fuentes cercanas a su dietóloga.

Días más tarde aparecieron unas grietas en unas viviendas cercanas.
Un periodista amigo del bebercio titulaba en el Comercio así:

Fomento desvincula las grietas de Mariano Moré de la obra para extraer la tuneladora
Una portavoz autorizada del gabinete de Magdalena Álvarez descartó que los problemas de los que se quejan los vecinos guarden relación con las fuertes vibraciones que se están produciendo durante el proceso de construcción del pozo por donde se extraerá en el mes de octubre la tuneladora.


A ciertos vecinos aparte de sus casas se les estaba agrietando la bendita Paz-iencia.

Pero Pacita segura de su Ministerio de Fomento no desistía en sus alaridos.
-¡Que no paren las maquinas! ¡Afuraca-y como si no hubiese dios!

Y Areces, bueno Areces a lo suyo ya sabéis…
-¡Que no paren los escalopines! ¡Más Cabrales Guahes!

Imparables estaban los alcaldones.

De todas formas, al margen de farturas, no os penséis que esta hermosa y tan bien avenida pareja de políticos playos, se iban a desentender de las obras del metrotrén y de los problemas de sus amados gijoneses así como así… No seáis mal pensados hombre… Faltaria más…

Contra el problema de las grietas Pacita dio órdenes muy concretas a sus esbirros.
Apagón informativo… ¡No quiero ver una noticia más sobre el tema!

Y los independientes medios de comunicación astur-gigios estuvieron de acuerdo todos ellos de forma independiente, con sus criterios independientes, en ser independientes asi que jurando su código dieto-lógico con la mano derecha, mientras asían con la izquierda las comisiones de TeleTini a través de las nuevas productoras creadas ex profeso para la ocasión, estuvieron todos de acuerdo decíamos, en que realmente en las obras del tunelón no había nada reseñable digno de manchar de tinta sus páginas de papel reciclado, y aun mucho menos digno de ser radiado o televisado.

Que más podían pedir a la vida Pacita y Tinin.
Millones entrando a espuertas en la urbe playa provenientes de impuestos de Suecos, Leridanos, Gaditanos, Peñamelleros Altos, Peñamelleros Bajos…

Dinero de todas partes fluyendo hacia el consistorio de la villa gigia repartiéndose aparentemente más a siniestro que diestro, pero al fin y al cabo dinero suficiente para comprarlos a todos y asegurarse los servicios generosos de los medios de comunicación en la ardua labor de alabar al régimen y acallar toda critica a sus actuaciones, y mientras los constructores felices hacían su agosto, en los aparatos fonadores de los estamentos felguerosos-areciles una tonadilla redundaba...

Afuracando la ciuda, afuracando la ciuda
Día y noche con su túnel… afuracan la ciuda…

Que más podian pedir…
-¡Un par de Centollos y unos Albariños!

Y así es como os contamos esta parte de la historia aun inconclusa de cómo lo mejor de los políticos gijoneses, avezados lideres como Cascos, Pacita y Areces se ventilan 30.000 millones de pesetas para penetrar las entrañas gigias con su fálico metrotrén.
Cuando la historia finalice, sabremos si esta erección a base de viagras consigue hacer llegar al climax a los Gigios de Pro, o se queda en gatillazo.
Entonces… ahí estaremos para contároslo.


 PD: Octubre de 2014... El tunelón ya se cuenta en euros. 150 millones de euros gastados. 25.000.000.000 de las antiguas pesetas. El Tunelón ya esta acabado. Y por el no circula ningún tren.

5 comentarios:

  1. Que grande yes Mindundi!!
    Cojonudu post.
    Tardé tres días en leelu, eso si. :)

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  2. Podías haber metido las fotos que pusiste en el fotoblog, que quedarían wapas.
    Sobre todo la de la moto xDDDDDDD
    ;)

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  3. Wow! como a Randy le pasó tardé unos días en leer semejante-pedacho-bestial post, pero aún así mereció la pena. ¡Mindundi eres el puto amo! Saludos desde "The Kakatua Skizo" ;-P

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  4. Pero como el Mindundi es un puto crack es tiempo bien invertido :)

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  5. Link de interés sobre ex concejal de urbanismo:
    http://gonzalogonzalez.blogia.com/2006/072702-los-guardianes-de-las-esencias.php

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