lunes, 8 de mayo de 2006

Reforma laboral

Estos días se oye por los informativos la nueva Reforma Laboral, que va a suponer una rebaja de la precariedad y la temporalidad en los contratos. Por supuesto, no es de tan rabiosa actualidad como el puto Estatut, que ya me tiene hasta los cojones, básicamente porque me tira de los mismos. No entiendo por qué en los informativos de carácter estatal dan tanto la paliza con el puto Estatut. Y sin olvidarnos del de Andalucía, que ya empieza a armar ruido. ¡No nos queda nada!

Bueno, a lo que vamos. Como toda reforma laboral desde que tengo uso de razón (bueno, en realidad no sé si tengo ese uso, pero es un decir) se basa en una nueva bajada de pantalones de los trabajadores, perdón, de los sindicatos mayoritarios (léase UGT y CCOO) que son ellos los que tiran de los pantalones de los curritos hacia abajo con fuerza. Esos mismos sindicatos, por no llamarlos bandas corruptas y mafiosas, son los que pactan despidos y por supuesto sólo miran para los trabajadores de las grandes empresas, que por supuesto tienen mejores convenios que los pringaos de las PYMES, o sea, la mayoría. Nosotros, los empleados de PYMES, somos para los sindicatos mayoritarios simplemente unos números para engrosar números de cara a las subvenciones públicas, pero nada más.

Las medidas que se toman en esta reforma para intentar disminuir la precariedad y temporalidad laboral es, como siempre, abaratar el despido y dar dinero público, de ese que nos descuentan en las nóminas todos los meses y de ese que pagamos en forma de IVA: 16% a nuestros jefes, a empresas privadas. ¡Vamos cojonudo! Desde que tengo ese uso de razón al que aludía algo más arriba, estas medidas se han tomado reforma sí, y reforma también con la misma intención, pero reforma sí, reforma también la precariedad y temporalidad ha seguido creciendo. Con el fin de incrementar el empleo se fueron creando magníficos contratos (para el empresario) de trabajar unas pocas horas a la semana por cuatro duros de mierda, contratos de un día, interminables contratos de formación, contratos de prácticas en los que no ves un duro pero que el empresario recibe una subvención de dinero público y el que más "gracia" me hace, el contrato por obra o servicio, que es un contrato en el que aunque la empresa no tenga ninguna obra o servicio que empezar y terminar, te contrata y te puede echar a la calle cuando le salga de los cojones sin que recibas ni un duro. ¡Una ganga oiga! ¡Trabajadores a 3 euros el kilo!

Vamos a echarle un vistazo a eso de "abaratar el despido". Cuando hablamos de abaratar el despido, nos referimos al despido IMPROCEDENTE. Es decir, si el despido es procedente (faltas al trabajo injustificadamente, robas a la empresa aunque ésta te robe a tí dia tras dia, le partes la cara a un compañero o a tu jefe aunque se lo merezca) te vas a la calle sin un duro. Bueno, te jodes, aunque habría mucho que discutir sobre este punto. Pero el caso es que el despido que cobras es cuando la empresa te echa sin tener derecho a echarte, eso es lo que toca los cojones. En estos casos nunca se debe abaratar el despido. Pongamos el caso, que llega tu jefe y te dice "Te vas a la puta calle". Lo primero que haces es preguntar "¿Por qué?". Y te responde "Porque me sale de los huevos". Y se queda tan ancho. Empieza el calvario. Aparte de irte a la puta calle y cobrar un paro de mierda, tienes que empezar a moverte para que, en el mejor de los casos, un año y medio después de juicios y demás parafernalia legal que agota a cualquier persona cobres una puta miseria, porque desde luego, no van a reconocer jamás la improcedencia del despido; buscarán mil y un excusas para decirte que no cumples por esa mierda de sueldo que te pagan o que hiciste algo contrario a los intereses de la empresa. Desde luego, que si estás afiliado a uno de estos grupos mafiosos, perdón, sindicatos mayoritarios (léase CCOO o UGT) vas jodido para que te echen un cable legalmente, a no ser que seas tú y otros 500 y trabajes en una empresa como, no sé, ¿SEAT?. Si trabajas en una de estas empresas pues irremediablemente pasarás a formar parte del sorteo de puestos de trabajo que negociarán con la empresa. A mi juicio, lo que debería ser, serían indemnizaciones millonarias.

Por otra parte tenemos el tema de las subvenciones cuando realizan contratos de tipo indefinido y descuentos en la Seguridad Social. Me parece un grave error. A mi juicio lo que debería hacer el gobierno sería penalizar los contratos precarios pagando un importe muy superior al habitual a la Seguridad Social (a la de todos, de la que cobran pensión nuestros abuelos, y la que nos paga el sueldo de los médicos que nos atienden en hospitales y centros médicos sin pasarnos una astronómica factura después) en caso de contratos temporales y justificando el por qué de realizar un contrato de mierda en lugar de un contrato indefinido. En definitiva, no tienen por qué tener miedo a realizarte un contrato indefinido, porque al fin y al cabo estás indefinidamente en la misma empresa con contratos de mierda. Y si mereces ser despedido por alguna de las razones ampliamente discutibles contempladas, pues no le cuesta un duro de cualquier forma.

Lo más triste de todo esto es que según el pulsómetro de la SER, al 70% de los jóvenes les parece buena esta medida. ¿No piensan?