miércoles, 4 de mayo de 2005

Ratzinger y el matrimonio homosexual

Pues resulta que el otro día llegó a mis oídos el rumor de que el anteriormente conocido como Monseñor Ratzinger fue militante de jovencito en las Juventudes Hitlerianas. "¡Uf!" pensé "Tenemos a un digno heredero de JP2". Antes que nada lo comprobé en sabio por antonomasia San Google introduciendo en su cajón de búsqueda ratzinger+juventudes+hitlerianas con lo que me salieron 7650 resultados, un número demasiado alto en caso de que fueran palabras introducidas aleatoriamente como por ejemplo gaviota+felación+ministerio que sólo devuelve 5 resultados. Tras ojear algunas páginas la mayoría coincidían en que Benedicto no ingresó de manera voluntaria en la organización, sinó que era obligatorio en aquella época y bla, bla, bla. Seguro que hay algún intrépido por ahí que afirma que estaba sirviendo a los servicios secretos aliados actuando como topo para desmantelar la organización nazi desde dentro en un acto heróico y santo. En cualquier caso, no seamos malpensados y concedámosle el beneficio de la duda aunque haya estado disparando antiaéreos contra la aviación aliada en 1945.
Por otra parte tenemos a la conferencia episcopal y a la derecha española rasgándose las vestiduras por esta idea judeo-masónica-marxista-principio-del-fin-de-la-humanidad que tuvo nuestro ZP sin consultar a nadie, porque le vino en gana de repente y sin avisar, de permitir matrimonios homosexuales en España. ¿Cómo se atreve semejante zafio a hacer esto en un país tan tradicional como el nuestro acostumbrado a que la iglesia mande tanto como el gobierno? Estos personajillos ahora resulta que apelan a la objeción de conciencia para jueces y demás funcionarios públicos para no casar a las parejas homosexuales que lo deseen, vamos, un boicot a la nueva ley, y sin que les pase nada, no como a esos rojos piojosos que no querían servir a la patria, que dieron con sus huesos en la cárcel. La conferencia episcopal nos dice que para todo católico la ley de dios está por encima de la ley del hombre (eso mismo dicen los talibanes y demás fundamentalistas islámicos, kalasnikov en mano), y que el cumplimiento de la ley sin cuestionarla nos conduce a Auswitz. Bien. ¿qué pasa, que cuando nos amenazan con fusilarnos, la ley del hombre vale más que la de dios? Por otro lado, el comentario de Auswitz no podía haber sido más acertado.
En definitiva, que no sé como estos putos curas tienen semejante desfachatez. A ellos nadie les dice quién puede ser cura y quién no, así que ellos tampoco tienen por qué decir quién se puede casar y quien no. Mejor que cierren la bocaza y que se dediquen a rezar y no a joder al personal.