“El desconocimiento de la ley no te exime de cumplirla”.
Bien, perfecto. Una breve búsqueda en google sobre el número de leyes en España
arroja en milisegundos una cifra que va desde las 24.000 a las 100.000.
No voy a profundizar más. No tengo ganas de leer mucho, como
no tengo ganas de ponerme a estudiar las leyes españolas, autonómicas, y locales.
Son muchas, muy aburridas y me canso.
Además cada día hacen más por motivos de los más dispares. Algunos razonables acorde al ajuste a los nuevos tiempos, otros por las
motivaciones ideológicas de los gobernantes de turno, o porque de repente
Juancar cansa de ser Rey, pero la inmensa mayoría son para seguir sacando cuartos de algún sitio y
poder seguir jodiendo a los de siempre.
Así que tenemos leyes de todo tipo que sirven para regular el uso de la
sombrilla y la construcción de castillos de arena, la ropa que vistes o no vistes, e incluso los pedos
que te tiras.
Si… en este país hay un señor que está en la cárcel por
tirarse un pedo delante de su ex mujer.
Pero básicamente me voy a detener a reflexionar sobre las
leyes modificadas a consecuencia de lo malfollaos, amargaos, y sedientos de
venganza que andamos por este país. Ye así... pa que vamos a andarnos con rodeos.
El proceso básicamente ye el siguiente:
Los habituales periodistas necesitados de carnaza rápida y fácil,
nos entregan el principio de una noticia que se ajuste al famoso principio periodístico
de “Que un perro muerda a un hombre no es noticia, que un hombre muerda a perros si.”.
Con el hecho excepcional en nuestras manos, ya podemos
lanzar bilis libremente con las habituales recetas españolas:
- Lo mandaba a una zanja
- Le cortaba los cojones
- Que le pongan el culo como un bebedero de patos en la cárcel
- Pena de muerte
El legislador de turno, seguramente tras recibir fuertes críticas
por su inoperancia, se pone manos a la obra a hacer un borrador y hala… ¡Legem Habemus!
¿Cuáles son sus características? Pues sencillo:
- Más multas
- Más prisión
- Aplicadas a ti.
A ti, a mí... esos que andamos por la vida sin guantes blancos, esa gran mayoria entre la que se encuentran como no, todos aquellos que vomitaron bilis clamando contra la barbaridad
de turno que haya cometido algún psicópata, y que no tardarán en mostrándose muy contentos
con su nueva ley sin por supuesto leerla.
Y eso mola mucho, no me digáis que no.
Y eso mola mucho, no me digáis que no.
Lo que empezó como una excepción para masacrar al más tonto o hijoputa de nuestra raza, nos lo calzan a todos.
Y todo esto rapidito, que las noticias hay que renovarlas, y hay
que ir cambiando de cosa que odiar para entretenimiento del personal al ritmo frenético
del tweet.
La mayoria son noticias de usar y tirar, sobre todo en
verano, ese periodo en el que los becarios ya no saben que hacer para rellenar periódicos, y evidentemente no acaban en ley.
Pero también las hay de más calado como las que promueva la empresa de turno que quiera promover su nuevo invento en materia de seguridad... si hombre, ese que pronto estarás obligado a comprar gracias a que el gobierno piensa en tu seguridad mucho más que tu.
Eres un pedazo de insensato que no piensa en tu seguridad y en la de los demás, y lo sabes.
Pero también las hay de más calado como las que promueva la empresa de turno que quiera promover su nuevo invento en materia de seguridad... si hombre, ese que pronto estarás obligado a comprar gracias a que el gobierno piensa en tu seguridad mucho más que tu.
Eres un pedazo de insensato que no piensa en tu seguridad y en la de los demás, y lo sabes.
Pero las noticias que más molan, son esas que prenden nuestro incesante amor por el acalorado debate social,
generalmente bajo el interés de los lobbys o ideologías de esas acabadas en “ismo”, y que generalmente no requieren ni siquiera de que pase absolutamente nada
Es así. Basta con encontrar a un político que rompa con su habitual silencio para proferir lo habitual cuando abren la boca: Una gilipollez.
Es así. Basta con encontrar a un político que rompa con su habitual silencio para proferir lo habitual cuando abren la boca: Una gilipollez.
Y hala... ya esta liada entre ismos.
- ¡Que le corten los huevos a ese hijodeputa!
- ¡Los hijos de puta sois vosotros, y os vamos a cortar los huevos!
Molan los lobbysmos, por que son auténticos profesionales de la reacción inmediata bajo el principio de "Toleranciacero-contraloquemimadresea-quepiensadiferenteamí".
Actúan cual bandada de estorninos migrando de un lado a otro, e inundando todo el espacio social básicamente con mucho ruido y mucha mierda.
Actúan cual bandada de estorninos migrando de un lado a otro, e inundando todo el espacio social básicamente con mucho ruido y mucha mierda.
Lo que viene a ser la mejor definición de twiter que he encontrado vamos...
La parte divertida viene cuando desatado ya el aluvión mediático
de vomito social promovido por el “Lobbysmo” de turno, la noticia da un
vuelco, y la bilis lanzada al aire cae sobre sus propias cabezas.
Lo que he bautizado como: “Marcarse un Isabel Carrasco”.
Como prácticamente a diario tenéis noticias falsas,
prefabricadas, o que dan giros imprevistos en el titular (pa que vas a leer
más, si ya tienes bastante pa opinar), podréis dar una vuelta por cualquier
noticia de la semana pasada de la que hoy nadie se acuerda, y disfrutar de la
bilis del personal.
Si la mitad de los comentarios no están cortando cojones
entre variados insultos, nada de lo anteriormente escrito tiene ninguna
validez.
PD: La doctrina del Shock… interesante documental
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