sábado, 9 de abril de 2011

Así hemos llegado hasta aquí

Como alguno sabrá, pasados los 30, empecé a estudiar Ingeniería Técnica Informática. Una de las asignaturas que tengo y que cogí este semestre es "Introducción a la Economía". No le veía mucho sentido, pero como culturilla general está muy bien y me ayudaría a entender mejor ciertos conceptos que mencionan a diario en los medios de comunicación.

Aún estoy por el segundo tema. En el primero se me hincharon los cojones bastante viendo que no es más que propaganda liberoide, alabando las bondades del libre mercado donde todo el mundo es feliz y si uno se lo sabe montar bien ya es ultrafelicísimo, mientras que se critican las políticas de regulación estatal del mercado, que acaban siempre yéndose a la mierda porque el estado no tiene ni puta idea de estas cosas, y como sabemos, el libre mercado hace feliz al mundo. Por supuesto no se menciona la economía de subsistencia, ni mucho menos el gran Satán: la economía planificada.

Bien, pues mi malahostiómetro subió hasta límites que no recordaba mientras estudiaba. No estoy acostumbrado a estudiar cosas discutibles, interpretables o subjetivas; hace bastantes años que me dedico de una u otra forma a la informática y hace tres que estoy estudiando la carrera mientras curro, ahora de programador, con lo cual, lo que estudio no es discutible, todo es demostrable: si sostienes algo y lo sueltas, se cae al suelo, y además puedes calcular exactamente a qué velocidad llegará al suelo, cuánta energía se desprenderá en calor, y cuánta se empleará en que vuelva a rebotar. Y además, a qué velocidad saldrá rebotado y en qué ángulo. Y me gusta que sea así.

Bueno, que me voy por las ramas. Resulta que ahora estoy estudiando la milonga de empresa, beneficios, costes, etc. Es curioso de qué forma se trata a los trabajadores: meras unidades de trabajo que se pueden poner y quitar como si fueran máquinas. Y eso en un simple curso de introducción a la Economía. ¿Qué no contarán en Económicas, en Administración y Dirección de Empresas o en Empresariales? Y ya no digamos en esos másters del universo chachiguays que valen un riñón y un trozo de hígado -con lo que ya sabemos todos quién puede acceder a ellos y quién no- destinados a crear las nuevas generaciones de hijos de puta. En ningún momento se habla de esa "función social" que debe tener toda empresa, es decir, si el Estado no proporciona puestos de trabajo, no hablo solo de trámites burocráticos, si no de campo que explotar, fábricas, tiendas, etc para que la riqueza del país se reparta entre sus habitantes, que al fin y al cabo, son el país, esos puestos de trabajo los proporcionan empresas privadas. Estas empresas privadas se crean, como es lógico, para ganar dinero, de la misma forma que la gente trabaja para ganar dinero, aunque nos quieren hacer creer, y de hecho muchos trabajadores ya se creen que el trabajo es un medio para crecer como persona y realizarse ¿? Bien, pues se olvidan totalmente de ese componente social que se va a la empresa privada y por tanto los trabajadores pasan a ser simples "recursos" de usar y tirar.

Por supuesto que existen empresarios honrados, pero son como el lince ibérico: pocos y en peligro de extinción. Se preocupan por sus trabajadores y son conscientes del aporte de éstos. Lo sé porque yo una vez trabajé para uno. Pero por norma, al empresario le importa tres cojones qué pasará con tu vida cuando te vayas a la puta calle, o cuando tienes un hijo, o cuando simplemente tienes vida más allá de tu puesto de trabajo. Y pretenden que nosotros seamos partícipes de ese meimportatrescojonismo. Pues bien, de esta forma hemos llegado hasta aquí, somos meros instrumentos para obtener beneficios, y cada año los beneficios han de crecer. Hasta el infinito. Si para ello has de carecer de vida más allá de las puertas de tu centro de trabajo, renunciar a cualquier cosa, pues que así sea.

La situación de crisis en la que nos encontramos, con fuertes recortes sociales impuestas por el BCE, el FMI, la Unión Europea y dios y su puta madre no es más que la consecuencia de la carencia de valores sociales dentro de la empresa privada, y posteriormente llevada al Estado para hacerlo funcionar como una empresa, teniendo que crecer hasta el infinito también. Los dramas que viven millones de personas que no llegan a fin de mes, o que directamente tienen que ir a buscar algo que comer en los contenedores de basura después de haber pasado toda una vida trabajando directamente se ignoran, como cuando se te jode una plancha y va a la basura, que ni siquiera la llevas al punto limpio para su tratamiento y reciclaje.

Beneficio, beneficio, beneficio. Crecimiento, crecimiento, crecimiento. En 2007 y 2008, cuando empezó este sarao, que se veía venir, pero que los "ejpertoj" no quisieron ver, básicamente porque se estaban forrando, a los políticos se les hinchaba el pecho diciendo "vamos a refundar el capitalismo". ¿Habéis visto algún cambio? Yo no. Bueno, sí. Las diferencias sociales aumentan, los directivos de las grandes empresas ganan mucho más y millones y millones de personas se ven ahogados por las deudas, sin un medio para ganarse la vida, ni futuro alguno. El liberalismo: paradigma de la felicidad absoluta para todos.

Grecia e Irlanda están intervenidas, esto es, llegan unos señores, ven las cuentas y legislan para que los que no tenemos culpa de nada, los engañados, paguemos el pufo monumental de los que dirigieron y están tomando daikiris en las Islas Caimán sin plantearse siquiera si tienes para vivir o no. Ahora llega Portugal, y España hace unos meses que está intervenida bajo cuerda (¿o no os extraña un poco la que está liando el gobierno que iba de superprogresista y supersocial así de repente?) Poco se habla de Letonia, paradigma liberal ultra privatizada, o Rumanía. Algo se habla de Islandia y el corte de manga que hizo el pueblo a todos estos hijos de puta, incluso encarcelando a algún banquero. Tendréis que rebuscar un poco, no saldrá en portada en El Inmundo o en El Pis. Ni palabra se habla de los países nórdicos (Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega), donde toda esta mierda que nos estamos comiendo los demás les está pasando de refilón. Bueno, sí, que son una mierda porque hace frío.

Eso sí, Repsol triplica beneficios, Telefónica paga dividendos récord y Santander y BBVA siguen inflando sus cuentas con activos que no valen ni la tercera parte de lo que dicen sin que pase nada. Mientras tanto, no hay para pagar subsidios y se mete dinero a paladas en cajas de ahorro quebradas por codiciosas.

Una vez dicho todo esto, es fácil deducir qué pasará cuando por fin consigan privatizar los pocos servicios públicos de los que aún disfrutamos: beneficio, beneficio, beneficio. Si el trabajador es un mero recurso ¿qué pasará con un enfermo crónico o un alumno un poco lento?

En la República Popular de Corea ejecutaron el año pasado al ministro de Economía. No digo más.

4 comentarios:

  1. "Esos másters del universo chachiguays" que dices, no cuestan "un riñón y un trozo de hígado". Lo que cuestan es el corazón y los principios. Y así sale la gente de ahí.

    Y aprovecho para recordarte el artículo 128 de la constitucion española de 1978 (sobre todo el primer punto):
    1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.

    http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/constitucion.t7.html

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  2. Me voy a hacer una camiseta con el articulito :)

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  3. El otro día dimitió un cargo público japonés, no sé cuál, con toda la parafernalia milenaria pública (el honor y la vergüeza de perderlo), hablando en público todo enmarronáo -como el niño que se acaba de cagar encima- con la cabeza gacha delante de un micrófono y decenas de cámaras por haber recibido algo así como un regalo de un amigo, algo prohibidísimo allí, por una cuantía equivalente de 220 euros...

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  4. No vayas a pensar que los japoneses son seres de luz. La corrupción es bastante alta (o el índice de percepción de la corrupción en mi viaje a Leningrado XD). La diferencia con el hispanistaní, es que el japonés cuando lo pillan se muere de la vergüenza, lo reconoce, dimite y casi hasta se hace el harakiri. Aquí hincha el pecho, dice que es un complot contra él del pesoe o el pepé (según al partido que pertenezca) y tira millas.

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