jueves, 24 de febrero de 2011

No les votes que son muy malos malosos

Hace pocos días me enteré de la existencia de una web que promueve el voto a partidos diferentes del pepesoe: nolesvotes.com. Ilusionado, le eché un vistazo e inmediatamente volví a quedarme como estaba. El movimiento en cuestión no se originó por los 30 años de gobierno del pepesoe como en las mejores democracias africanas, por la corrupción, por la pésima gestión de la crisis, la precrisis y los tiempos de ¿bonanza?*, por estar en la política para forrarse o para enchufar a sobrinos, cuñados, esposas y su puta madre. O por mantener la injusta ley electoral española que deja sin representación a miles de personas. Tampoco por el 20% de paro y el 'ahora te lo doy, ahora te lo quito' de las ayudas a parados y por nacimiento. Tampoco por el lamentable estado en el que se encuentra la educación pública, ni por el brutal recorte en las pensiones que nos tocará cobrar a los treintañeros, y que volverán a recortar en los próximos treinta al menos un par de veces más. Ni si quiera por la total pérdida de soberanía a manos del FMI, BCE y la puta que los parió a todos obligando a los gobiernos a hacer lo que ellos digan, ya que ahora no hay un Bloque Soviético o un movimiento obrero sólido al que temer, ya que se ocuparon bien de anestesiar a este último a base de pisos, coches y viajes al Caribe a pufo.

No, querido lector. El movimiento este de nolesvotes.com surgió por la puta ley Sinde, es decir, que por todo lo anterior no se mueve ni cristo, pero ante la posibilidad de que me pongan un pelín (o nada) más difícil que me pueda bajar por la cara todo lo que me dé la gana porqueyolovalgo monto la de su puta madre.

Así nos luce el pelo.


*Recordemos que en los tiempos de bonanza la tasa de paro en España andaba por debajo, pero cerca del 10%, cifra con la que ahora muchos países se desesperan.

2 comentarios:

  1. Conozco hasta el último céntimo de mi tarifa telefónica pero no tengo ni idea de qué cobertura tengo en caso que me despidan, ERGO soy occidental.

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  2. No, occidental, no. Apañol, de la roja, del madrí y voy a los toros.

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