jueves, 24 de diciembre de 2009

Editores, escritores: el ostión va a ser épico

Estamos ante el próximo cambio radical en entretenimiento y cultura. Si primero fueron los discos y después las películas, ahora le toca el turno a los libros. Los disqueros y peliculeros se empeñaron sin éxito a acabar con las redes de intercambio de archivos pues suponía un enorme palo a su cuenta de resultados. Por supuesto, en ningún momento se plantearon la posibilidad de reducir algo sus márgenes de beneficio, viendo los usuarios auténticos atracos en las tiendas con precios de más de 20 euros en novedades discográficas y cinematográficas y con las entradas de cine a 7 euros, incluso para las películas subvencionadas.

Luego salió el tema de las descargas "legales". Para empezar aclararemos que en España es legal descargar cine y música, como así lo dicen diversas sentencias judiciales, no así el software de pago, que el precio es por el derecho a usarlo bajo unas restrictivas y despóticas condiciones que pone el fabricante. Estas descargas de pago no dejan de ser otro robo. En música, la más conocida es la iTunes Store de Apple con el "atractivo" precio de 99 céntimos la canción. Primer robo, la paridad euro-dólar, puesto que en Estados Unidos cuestan 99 centavos. Veamos. Si te gusta la canción del verano, para empezar he de decirte que no te gusta la música, pero está bien un euro por esa canción en lugar de pagar 20 por el mierda-recopilatorio de turno. Pero a los aficionados a la música nos gusta tener el disco completo. Una media de 12 canciones por disco nos sale a 12 euros, pero si buscamos por ahí, hay sitios que por 12 euros o poco más (si no te buscas la vida pagas los 20 como está mandao) tenemos el disco, con su caja y su libreto y encima nos lo envían a casa, con lo que mediante las tiendas de descargas se ahorran el gasto de fabricación, transporte y distribución. Eso con las novedades. Si buscamos discos que ya tienen unos años la cosa ya es surrealista. El otro día me hice con los dos "Use your Illusion" de Guns N'Roses por 8 euros cada uno (luego vi que por atrás tenía el precio anterior que eran 20,50€ cada uno y eso que salieron en el '91 WTF?) y en total traen unas 30 canciones. Las cuentas son bien sencillas.
Con el tema de las películas pasa lo mismo, sólo que además tenemos el alquiler. Las plataformas online te cobran hasta 4 euros por alquilarte una peli, cuando en el videoclub de debajo de casa valen a partir de 1,60. Ante este sangrado sin contemplaciones al usuario, pues a la gente se le inflan los cojones y llegan al extremo de no pagar absolutamente por nada.

Pues bien, ahora les toca el turno a los libros. Están empezando a implantarse los lectores electrónicos de libros, y aunque todavía tienen un precio algo alto acabarán popularizándose, porque los libros ocupan mucho y el metro cuadrado de zulo está por las nubes, por no hablar de que también son un atraco. Pues los editores aún viendo lo que pasó con música y cine, no se bajan de la burra, y los títulos que ofrecen en formato electrónico son poco más baratos que en formato papel, y bastante más caros que las ediciones de bolsillo, aún sin tener que pagar transporte, impresión, etc, confiados en que "los amantes de la lectura" seguirán haciendo el primo. Pues los amantes de la lectura seguirán comprando libros en papel, pero menos, lo mismo que los amantes de la música seguimos comprando discos o los del cine películas. Y por supuesto los clientes "casuales" desaparecerán por completo y las ventas electrónicas no cubrirán en absoluto esta falta de clientela, precisamente por el abuso de precio en este formato.

Y con esto, los escritores, por un lado estarán jodidos porque ganarán bastante menos dinero, pero por otro ya existen plataformas en las que pueden publicar y vender sus libros.

Señores editores: mal, muy mal. Disfruten de sus poltronas mientras duren.

3 comentarios:

  1. Pues si, bien dicho lo de mientras les duren porque estoy no hay quien lo pare.

    O se reciclan y ven la realidad o lo van a pasar muy mal porque llevamos demasiados año pasando por todo tipo de aros que ahora mismo ya son absurdos

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  2. Cierto. A mí, lo que no me entra en la cabeza es que tienen la ventaja de haber visto lo que ha pasado con la música y el cine, y están a tiempo de actuar en consecuencia, pero aún así siguen en sus trece

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  3. Pues ya ves, no pueden ni vía DRM, mira lo que ha pasado con el de Amazon.

    Espero que se acaben dando cuenta.

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