lunes, 24 de diciembre de 2007

2007. Posiblemente el peor año de mi vida

Mierda de año, otro más. Éste con la particularidad de que fue peor que los demás. Empezó mal, con una entrada de año un tanto rara, y poco a poco se fue jodiendo cada vez más, y poco a poco empeorando, llegando a su deterioro máximo hacia el verano, para acabar bien jodido, costándome conciliar el sueño por las noches.

Aprendiendo ya que el 31 de diciembre no es un punto y aparte, ni siquiera punto y seguido o una triste coma de la que todo el mundo se olvida, el 2008 no va a ser más que sumar otra unidad en la fecha del calendario, siendo por lo demás una continuidad en como llevan viniendo las cosas hace ya bastante, demasiado diría yo.

Le pediré a los presidentes de la república magos un camión cisterna de vaselina para que por lo menos no rasque

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Cuento para mayores de 30 años

Hace unos años comparto lista de correo con unos cuantos buenos amigos de los de toda la vida, no de esos que se hacen por internet y que no les viste la cara en la puta vida, algunos de ellos emigrantes y que sirve para mantener el contacto entre todos, además de contar chorradas, organizar alguna juerga y debatir sobre lo que sea y poner a parir a quien sea.

Esta mañana mandó Sergio (no pongo enlace porque no tiene ni blog, ni web, ni gilipolleces de estas) un correo de lo más interesante que reproduzco íntegramente. El título de la entrada es de Cana:


A estas alturas de nuestra coexistencia filetar doy por sentado que conocéis mi predilección por la política y su dejenerado lado oscuro que es la economía, en particular la que nos toca vivir en nuestros tiempos: el capitalismo.
Las brasas que suelto en esta plataforma no son ni medio normales así que insto al que se aburra con mis dichosas arengas a que deje de leer en esta misma línea.

El capitalismo se basa en el crecimiento contínuo de los parámetros económicos. Éstos se retocan, maquillan y reinventan para retroalimentar los argumentos que justifican el "único sistema posible". Este crecimiento funciona bajo la ley básica de la oferta y la demanda.

Si un número suficiente de indivíduos demanda un bien otro ente puede aprovechar la situación para proporcionar el citado bien ofertándolo a los demandantes.
Si la demanda es mucha y la oferta escasa, el bien es preciado. Si la demanda es poca y la oferta abundante, el bien tiene poco valor.

La insana relación entre la oferta y la demanda deforma los valores reales de las cosas de tal forma que hay productos que pueden llegar a tener valores (precios) inalcanzables. El ejempo claro y sangrante es la vivienda, que en los últimos años ha engordado su precio a base de ser demandada con ansias enfermizas.
Creo que todos conocemos ejemplos de frases tópicas como "compré piso sin pensarlo mucho", "ná, no lo me pensé más y me lancé", "me decidí porque si no me lo quitaban de las manos"..., llegando al absurdo de que la sociedad otorga un valor sin cota superior a un bien totalmente tasado en la conciencia colectiva.

Hace varias semanas escuché por la radio que uno de los juguetes más demandados por los niños de aproximadamente cuatro años era La Casa de Mickey. Mi sobrino tiene esa edad y me pareció buena idea hacer una búsqueda del triunfante juguete.

Por supuesto no lo encontré -tampoco me esforcé demasiado- pero por curiosidad me dejé llevar por la paranoia de los demandantes de La Casa de Mickey e hice un seguimiento del producto. Cuesta, o más bien se puede decir que costaba, unos 50€ del antiguo y ya en desuso PVP. Al principio me lo tomé a la ligera y tras visitar dos jugueterías y descarté el citado regalo: primero porque está agotado y segundo porque 50€ me parece mucho dinero pa un niño de cuatro años.

Por casualidad mi actual profesor de Cursillo de Presto nos habló del mismo asunto: su hijo suspiraba porque los Reyes Magos le trajeran en sus fardelas La Casa de Mickey. Mas poco tiempo después me enteré de que mi sobrino también ansiaba el mismo juguete. La paranoia tomaba forma.

Hace una semana el regalo de marras ya se cotizaba en ebay con un precio de salida de 100€, precio desorbitado -200% de su PVP, que ya lleva implícito un buen porcentaje de beneficio, sin contar gastos de envío- a mi entender. Mi hermano lo compró en una tienda de Estados Unidos por 60€ -no me dijo si los gastos de transporte están incluídos en la cifra-.

Gracias a la ansiedad colectiva por la posesión del juguete una legión de padres no dispuestos a hacer un esfuerzo imaginativo por encontrar un regalo alternativo están consiguiendo subir los precios como la espuma sin que el artículo tenga ningún valor añadido: La Casa de Mickey sufre -o disfruta- de su propia burbuja.

La máxima hinchazón y por ende mejor ejemplo de burbuja inmobiliaria de Mickey y Minnie es este enlace.

Cuarenta y siete pujas desde un precio de salida de 70€ hasta un precio final de 255 eurazos sin contar gastos de envío. No os perdáis la ubicación del artículo o las condiciones de pago. Fijaros en la prisa por el cobro.

Si conocéis el funcionamiento de ebay sabréis que las condiciones que se describen en el enlace son un poco particulares. ¿Será que el precio del juguete puede devaluarse en pocos días? ¿Quién pujaría el día 7 de enero?

El caso es que la burbuja está siendo capaz de elevar el precio de un simple juguete hasta un 500% de su precio original. Todo por complacer los deseos de un hijo o tal vez, y ésto es lo que pienso, por no ser menos que otros que ya tienen en posesión La Dichosa Casa de Mickey.

Con este cuento-brasa navideño os felicito las señaladas fechas venideras. Os deseo un feliz año 2008 diametralmente apartados del pensamiento común que mide la inteligencia en función de la rentabilidad y espero que actuéis todos los próximos doce nuevos meses por instinto. Ojalá no escuchéis nunca Cadena 100 y podáis gastar todo vuestro tiempo libre en lo que os de la gana. Maldigo el trabajo desde el próximo enero hasta el siguiente diciembre. Salud para todos.

P.D.: A mi sobrino Los Reyes Magos le dejarán en mi casa El Barco Pirata de Playmobil.


Y aquí va mi respuesta:

Bonita manera de crear niñatos malcriados con el manido "hacer lo que sea por los hijos". Ese "hacer lo que sea" igual está mejor en preocuparse por su actitud y progreso en la escuela, por su respeto hacia los demás o por despertarle interés por la cultura, pero no, es mucho más fácil pagar lo que sea por lo que quiere el niño, ahora la casa de Mickey, luego la consola de última generación y los juegos que pida sin mirar la clasificación por edades o el contenido, más tarde la moto y luego el coche, enseñándoles así que con sólo abrir la boca tienen lo que quieren. Por supuesto siempre quejándose del precio de los libros de texto, de los uniformes del colegio o del precio en sí del colegio (¡cómo lo voy a mandar a un colegio público lleno de latinkins!).

¿Qué pasa que a vosotros siempre os traían los putos reyes lo que pedíais? ¿Os creó algún trauma el que no lo hicieran? ¿Sois infelices por ello? Jodía, pero dos días, que es el tiempo que un crío juega con lo que le trae la monarquía mágica. Joder, yo estuve pidiendo un puto scalextic desde que tengo uso de razón. A día de hoy estoy esperando todavía por él. Era muy caro para mis padres. Recuerdo cuando llegaban estas fechas y me preguntaban lo que le iba a pedir a tan extraña monarquía. Claro, pedía un montón de cosas, como eran magos... Y siempre me respondían que no pidiera tanto, que los reyes tienen que repartir a muchos niños y que no pueden cargar con todo o algo así. Bueno, pues seleccionaba un par de cosas y listo, no me tuvieron que mandar a ninguna terapia por ello. Al menos el tren eléctrico sí que llegó y fue una alegría de la virgen. Con el tiempo, aunque nunca se lo pregunté, intuí que me lo compraron de segunda mano, porque la caja estaba hecha polvo y la locomotora se jodió a los cuatro días. Tiempos difíciles para los currelas los últimos 70 y primeros 80.


Que os cunda :)