martes, 29 de mayo de 2007

Han pasado las elecciones.

Los bancos dejan de repintarse, las autopistas de inaugurarse solas vertiginosamente, las promesas electorales dejan de serlo para convertirse en proyectos olvidados y compromisos a ejecutar, los panfletos políticos pasan de poblar nuestros buzones a la basura con esperanza de convertirse en panfletos de supermercado si han caído en manos de un ciudadano ecológicamente concienciado, y en definitiva la temporada de venta de votos del honrado político al honrado ciudadano ha terminado, hasta la próxima función.

Las urnas han hablado, y parecen contar unas cuantas cosas.

Municipalmente a vista de gaviota, tal vez hacer turismo y dejar el Muselón para sobrevolar otros cuatro años, junto al comandante Gavilán Gabino, dándose alguna vuelta a ver moscones no parece una mala opción.

Pocos esperaban cambios al abrigo del Naranco.

Junto a el, una Paloma tratará de continuar la mínima progresión conseguida por el PSOE en Oviedo, participando en la oposición.

A Paloma Sainz hay que reconocerle que tras años de un PSOE desaparecido, ridiculizado y vapuleado en Oviedo, tras llegar sin primarias, con denuncias y expulsiones de miembros históricos del partido socialista carbayón en desacuerdo con su elección a dedo, siendo una desconocida para esta ciudad y heredando la suciedad de Antonio Masip, Eugenio Prieto y Tolivar, ha conseguido generar un mínimo de ilusión, presentar un proyecto trabajado, y sembrar inquietud en el hasta ahora intocable Gabino de Lorenzo.

Ahora le toca currarse lo que el PSOE ovetense lleva sin hacer desde hace 12 años. Oposición, plantando cara a Gabino y denunciando la roña oculta bajo las fuentes, jardineras, y proyectos calatravescos de esta ciudad, aunque es de suponer que las decisiones de Areces respecto a esta ciudad no se lo pondrán nada fácil.

Los que si llevan denunciando en solitario las “Gabinadas”, son Rivi, Celso Miranda y los suyos. Ayer en IU Oviedo, hoy emancipados en Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda (ASCIZ).

Sin duda han sido lo más destacado de estas elecciones.

Un partido surgido en dos meses, sin infraestructura, financiado solo por aportaciones voluntarias de los ovetenses, con dos candidatos conocidos, y muchos independientes en sus filas, que han sabido ganarse de nuevo un puesto en la concejalía de Oviedo a base de un trabajo bien realizado durante años, comprometido con los barrios y trabajadores de esta ciudad, así como en abrir las ventanas de un consistorio, al que la famosa escoba de oro carbayona, solo llega para limpiar la caja de caudales, mientras la gestión se haya envuelta en tinieblas.

Mas de 7000 votos los avalaron, y la esperanza durante la jornada electoral de conseguir el segundo concejal que ostentaba Celso Miranda. Pierden a Celso en primera línea, pero sin duda lo obtenido es un resultado con el que sentirse francamente satisfechos.

Ahora les queda cumplir su promesa de obedecer a los ciudadanos ovetenses, servirles, escucharlos, y llevar su voz al pleno.

En la Plaza de América, los que expulsaron de Izquierda Unida a Rivi y los suyos, deberían estar pensando cuando menos en dimitir. No han sido capaces con muchos más medios a su disposición, y con la marca de un partido estatal a sus espaldas, de ganar a una candidatura con 30.000 euros de presupuesto.

Tan solo 4000 de sus anteriores 11.000 votantes carbayones, les apoyaron quedándose fuera del pleno carbayón. Toda una derrota, que deberían de empezar a asimilar, para intentar resurgir de una quema que ellos mismos provocaron, y que no supieron frenar con un candidato que pace a orillas de Piles, desconocido para la izquierda carbayona, y apoyado en una lista improvisada y tan desconocida como desaparecida.

Un absoluto desastre, que sin duda ha tenido consecuencias en las autonómicas.

En las elecciones al Parlamento asturiano, aparentemente continuidad.

Aparentemente, por que el PP ha ganado por segunda vez en votos al PSOE, y algo huele a quemado en el “proyecto” de Areces, que realizo una campaña egocéntrica, prepotente y falta de proyecto, que arrastraba una gestión durante la ultima legislatura llena de manchas.

El PP que no debería enmascarar con sus escasos votos de ventaja sobre el PSOE, la ineficacia de Ovidio Sánchez para trasladar un proyecto ganador a los asturianos.

Tres elecciones sin acercarse al gobierno, deberían ser suficientes para una retirada que llegando a destiempo, se produciría en su mejor momento.

Iu, que tanto clamó por su desventaja ante la Ley d'Hont en Asturias, hoy le puede estar muy agradecido al matemático Belga.

Han perdido cerca de 20.000 votos, a pesar de su alianza con los Verdes, debido entre otras razones, a sus rifirrafes internos, su facilidad para plegarse al PSOE y a la falta de evidencias tangibles en sus políticas en el gobierno. A pesar de ello mantienen sus cuatro escaños.

Las encuestas y sondeos que daban posibilidades de obtener un diputado a Uras y Pas, posibilitándolos a pactar con el PP, han demostrado que estaban equivocadas, cuando no tergiversadas.

Sergio Marques y Xuan Xoxe han defenestrado 10.000 votos, y a su vez, han demostrado tener bastante mal perder atacando a los asturianos, que según el primero, les paraban por la calle para denunciar la incompetencia de Areces, y luego a la hora de votar no se acordaron de ellos.

Tal vez, Señor Marques, se olvidaron de contar, y no hablaran ustedes con 13.000 asturianos. Tal vez se ilusione demasiado con encuestas, tal vez sienta nostalgia del coche oficial, y tal vez dimitir seria un verbo a conjugar.

Mientras los teóricos votos de Uras-Pas engrosaban las filas del Partido popular, los 20.000 desaparecidos de IU se esparcieron entre las formaciones de Xunidá, Izquierda Republicana, PCPE, o Andecha Astur.

¿Demasiadas izquierdas para una Asturias bipartidista y divida en tres circunscripciones? Parece tan evidente, como imposible de solucionar, con una ley electoral cuya división en tres circunscripciones, impide que Asturias salga del bucle infinito del bipartidismo.

Ante este panorama electoral, parece ser que el pacto PSOE-Iu/Bloque/Verdes tendrá su versión 2.0.

En el primer pacto, IU negoció quedándose con unas consejerias a medida de sus consejeros, pero haciéndose los suecos ante algo que les otorgo tantos votos como SU promesa de Oficializar la Llingua Asturiana.

No deberían de cometer el mismo error. El 27 de mayo, lo han pagado caro.

De su alianza con los Verdes con un Nacho González que debería estar replanteándose seriamente su apuesta de coalición a tenor del resultado obtenido y la escisión generada en su partido, cuando menos debería salir la paralización del a todas luces especulativo “Embalse de Caleao” y una fuerte oposición a otras tantas obras que amenazan nuestro cada día más escaso “Paraíso Natural”, empezando por la regasificadora del Musel.

Pronto veremos si una consejería de Medio Ambiente es suficiente para acallar a IU, mientras las aguas anegan el valle de Caleao.

El pastel de Asturias esta en manos de Areces, pronto veremos si las manzanas asturianizadas que lucen verdes, presumiendo una acidez capaz de amargarle la ingesta a Tinín, resultan tan difíciles de mayar.

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