lunes, 23 de octubre de 2006


Con frecuencia en este país hay determinados personajes públicos que tienden a cometer grandes delitos, y no os estoy hablando en esta ocasión de corrupción urbanística, desfalcos, o engaños a la opinión pública como es habitual en esta gaviota asesina no...

Os estoy hablando de:

El terrible delito de no caerle bien a alguien...

Y es que en esta sociedad tan compleja es necesario que todos
¡Pontifiquemos el gusto unánime...!

Y no menos necesario es que:
¡Juzguemos los meritos por apetencias gustativas!

Sabiendo estas tres cosas fundamentales voy deciros

Stephen Hopkins... tanto cerebro, tantas buenas ideas escritas en libros pero te cagas encima, el fontanero se tira a tu mujer y eres más feo que pegarle a un padre...
Pero no te preocupes que el criterio gustativo para juzgar tu trabajo será la compasión...

Mike Portnoy... eres un grande, tu música no es propia de este mundo... pero chaval no te gusta la fabada ni la sidra...
¡Así que no te queremos ver delante y tu música es una mierda!

Woody Allen eres Premio Príncipe de Asturias, has creado género con tu cine... pero te follas a tu hija... ¡Así que te hallas condenado al infierno Hereje!

Marx... tu filosofía dio luz al mundo y cambió para siempre nuestra sociedad... Pero naciste judío hijo puta...

Son miles los ejemplos que podríamos poner, pero sobre todo gentes y personas del mundo mundial, lo que debéis saber es:

Que a pesar de todo lo que intentéis hacer en vuestra vida, hagáis daño a alguien o no, ayudéis a la gente o no, nosotros sacaremos a la luz vuestros más nimios defectos y os juzgaremos nada más por nuestro sentido del gusto.

Si... nuestro gusto lo es todo.

Nuestro gusto responde a patrones perfectos de individualidad nunca condicionados por el grupo.

Por mucho que publicistas y periodistas de la massmedia intenten reducir la complejidad de los seres humanos a meros actores de un solo rol, nuestro gusto sabrá discernir entre lo bueno y lo malo...

Juzgaremos totalmente libres, por que nuestros cerebros son capaces de filtrar los miles de estímulos diarios y juzgar a las personas correctamente, solo con las papilas gustativas situadas entre nuestras neuronas.

Juzgaremos como librepensadores, aunque una mesa llena de personas afines, no comparta nuestro mismo gusto.

Seremos capaces de enfrentarnos a ellos con nuestra capacidad de adaptación, sin importarnos nada más allá que nuestro sentido del gusto...

¡Desde este mismo momento declaro el fin de toda moda, mediana o percentil! ¡La estadística ha muerto! ¡Una nueva humanidad guiada por el gusto y no la razón ha despertado!

Fernando Alonso... me pongo en tu lugar, con dos campeonatos del mundo y una ciudad entera esperándote, y pienso que tiene que ser durísimo vivir sabiendo que hay gente a la que no le caes bien.

Permíteme que juzgue tu trabajo con mi sentido del gusto...

¡FERNANDO ERES EL PUTO AMO!

Voy a seguir tu ejemplo e intentar caer lo peor posible a al menos en este mundo, una persona más que tu. Sé que será difícil, por que incluso para generar esos sentimientos hay que ser un puto crack...

4 comentarios:

  1. ¡¡¡¡SI SEÑOR, EL PUTO SHERIFFFFF!!!!

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  2. Ser un auténtico imbécil no es incompatible con ser el nº1, así que permitidme que me siga cayendo como el culo aun reconociendo que es el mejor al volante de un F1.

    Un saludo.

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  3. ¿Y por qué es un auténtico imbécil? ¿Por llamar a las cosas por su nombre? ¿Por decir lo que todos piensan y nadie se atreve a decir? Cuando el coche va mal dice que va mal cuando va bien dice que va bien, cuando tiene posibilidades de ganar lo dice exactamente igual que cuando no las tiene, cuando le tocan los cojones lo dice y cuando no, no tiene nada que decir. ¿A eso lo llamas tú y los anti-alonso ser un imbécil? Estoy hasta los cojones de oir siempre la misma mierda sin ningún argumento.

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  4. Lo cortés no quita lo valiente.

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